Una de las asignaturas
de este primer curso, que me servirá de gran utilidad para mi futuro docente como educadora de infantil, es
la que está relacionada con el proceso de enseñanza-aprendizaje de la
lecto-escritura: Del Placer de la Lectura al Juego de la Escritura. Con ella, he aprendido muchos conocimientos ocultos, que nunca antes había descubierto.
http://www.flickr.com/photos/fraccionirreducible/5201951563/
Esta entrada la escribo en castellano, ya que también la asignatura a la cual he hecho mención, ha sido cursada en castellano. Ésta me ha permitido aprender toda una serie de nuevas estrategias lectoras y escritoras para mí misma, así como mejorar mi forma de expresión en lengua castellana, pero lo que especialmente me ha aportado para mi futuro como maestra ha sido formas de ayudar a avanzar a los niños en su proceso lecto-escritor.
Esta entrada la escribo en castellano, ya que también la asignatura a la cual he hecho mención, ha sido cursada en castellano. Ésta me ha permitido aprender toda una serie de nuevas estrategias lectoras y escritoras para mí misma, así como mejorar mi forma de expresión en lengua castellana, pero lo que especialmente me ha aportado para mi futuro como maestra ha sido formas de ayudar a avanzar a los niños en su proceso lecto-escritor.
A lo largo de la asignatura, hemos aprendido que en los inicios de la escritura de los niños (desde un enfoque constructivista) se producen varias etapas: la no diferenciada, la diferenciada, la silábica y la alfabética, cada una con sus propias características. Esto quiere decir que los niños no empiezan a saber escribir como dicta la convención, sino que a poco a poco, van subiendo una escalera de grandes peldaños. Antes pensaba que con los cuadernillos de caligrafía, era la forma con la cual los niños aprendían a escribir. Sin embargo, ahora me he dado cuenta, que esos cuadernillos no sirven para aprender significativamente, sino que simplemente son de gran utilidad para mejorar la motricidad de los pequeños.
También, solía pensar,
que básicamente los niños empezaban a saber leer y escribir cuando empezaban la
escuela, pero ahora he podido observar, que desde que nacemos estamos rodeados
de letras, números y símbolos, de los cuales muy temprano empezamos a hacernos
preguntas. Por lo tanto, estoy totalmente de acuerdo con lo que nos dice Henry Miller: "La mayor parte de la escritura se hace lejos de la máquina de escribir".
Se puede observar que han sido
muchos los fundamentos teóricos que me ha aportado la asignatura del Placer
de la Lectura al Juego de la Escritura, y muchos los esfuerzos para
lograrlos. No obstante, esto es sólo el inicio de un largo camino. Como
docente, no sólo me harán falta los conocimientos teóricos, sino saberlos aplicar
y llevarlos a la práctica. Una de estas prácticas ya la he podido disfrutar,
gracias a esta misma asignatura, y aquí tenéis una pequeña muestra:
Mi misión era hacer una
pequeña práctica lecto-escritora a un niño de edad comprendida entre los 2 y
los 6 años de edad. Elegí a una niña de 6 años y la experiencia fue
espectacular. Pude experimentar de primera mano un caso real de lectura y
escritura. Tuve que actuar como docente, observar, intervenir, acompañar a la
niña, para finalmente diagnosticar en qué fase de escritura se encontraba. En
un principio me resultó muy difícil determinar en qué fase se situaba, pero a
base de observar mi intervención y la tarea realizada por la niña, logré mi
objetivo.
Con todo lo explicado,
podéis observar una pequeña porción de lo aprendido, aunque todavía me queda
mucho camino por aprender y muchas metas por lograr.
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